Como fans del arte en todas sus formas —performances, música experimental y visual— sabíamos que Dueñas tenía que estar en el Festival de Cine de Sevilla, de la mano de Paloma, María y Cristina. Y qué mejor manera de hacerlo que en un tributo a Björk, una artista que encarna todo lo que admiramos: libertad creativa, innovación, emociones y la lucha continua con el cambio de consumo.
La moda siempre ha sido nuestro lenguaje, nuestra forma de expresarnos con el mundo, y esta vez no fue diferente. Con el estilismo, logramos plasmar los valores de nuestra marca: prendas hechas a mano, diseñadas por nosotras mismas, inspiradas en la artesanía y en la esencia de los pueblos. Nos dejamos llevar por el juego y la espontaneidad, lo que nos permite conectar con las emociones. El diseño de las prendas evocaba la oscuridad de la noche, rindiendo homenaje a ese espacio íntimo y misterioso donde la verdadera inspiración aparece. Cada textura reflejaba ese contraste entre lo oscuro y lo claro. La luz la aportaba nuestro bolso Dueñas 084 en blanco marfil, un detalle que equilibraba todo el conjunto y simbolizaba esa chispa de claridad que siempre aparece en medio de la oscuridad.
Este proyecto es un manifiesto de nuestra filosofía creativa: jugar siempre será nuestra marca personal. Creemos que el juego es la manera de romper con las normas, de explorar sin miedo y de descubrir emociones nuevas. En Dueñas, siempre estamos buscando esa forma que deja huella, la que va más allá del momento y se convierte en un bonito recuerdo.
Sirviendo chicas, gracias y gracias a Paloma, María y Cristina.
Así, no se pudo unir mejor cada pieza de este rompecabezas, en cada detalle, se pudo capturar esa conexión entre moda, música y arte.