Nuestro mejor momento siempre ha sido ese instante de vestirnos, pero es innegable que hay cosas que han cambiado. Antes, los colores eran un grito silencioso de nuestras emociones; ahora, buscamos nuestra comodidad que nada tiene que ver con la monotonía. La vida es un viaje de constante evolución, y nuestro estilo no es la excepción. Tal vez sea solo una etapa, pero créannos, encontrar ese “feed” que te hace feliz y llenar tu armario con básicos de confianza es casi orgásmico. Imagina tener menos prendas que espacio en tu armario; piezas que te permitan hacer una maleta en media hora para escapar al fin del mundo. Esa simplicidad trae paz y nos ayuda a tomarnos las cosas menos en serio, a enfrentar retos que antes parecían insuperables, mientras dejamos atrás la ansiedad por el futuro y el qué dirán.
Los colores neutros siempre han sido sinónimo de elegancia, pero bajo nuestra perspectiva, esa noción está quedando obsoleta. La verdadera elegancia está en la actitud, en la seguridad de estar haciendo lo que realmente quiere sin molestar a nadie. Rodéate de personas que compartan tu visión, porque al final del día, somos el reflejo de quienes elegimos tener a nuestro lado.
Si alguien nos ha seguido desde el principio, podría pensar que somos dos chicas altamente reflexivas, tranquilas y hogareñas. Pero la realidad es que no. Disfrutamos de la soledad tanto como de una buena tarde de cañas, por la sensación que nos dejan. Si una tarde de cañas nos deja una sensación agridulce, cortamos de inmediato. El cuerpo lo sabe.
El color siempre será nuestro motor, pero reducir tu armario, crear tus básicos de confianza y saber cuándo dejar ir son decisiones que pueden cambiar tu vida. Encontrar lo que realmente te importa es un acto de rebeldía. Nos negamos a estar en esta tormenta de desconfianza que se esta fraguando; pasamos de todo eso y creamos lo que nos ayuda a avanzar. Nadie dice que le decimos adiós a los colores vibrantes que tanto amamos.
Simplemente, no estamos en ese momento. Al final, lo que realmente cuenta es cómo te sientes al llevarlo.